Primero que nada me quiero disculpar por haber desaparecido así, estuve enfocándome mas en vivir mi vida antes que escribirla, pero esto es algo con lo que quiero terminar :)
Espero que por allí haya personas que aun tengan interés en leer esto, si veo que es así, me comprometo a no volver a desaparecer :)
Besos :)
**
Me sentía mal, porque no quería lastimar a los demás, no era mi intención, y saber que mis viejos estaban pasándola mal por mi, y que además estaban cuestionándose que ellos habían hecho algo mal, me dolía tanto, pero muchísimo, y yo, solo quería morir.
Típico de mí, huir de los problemas, y sufrir es un problema, y yo, no le veía solución ni futuro, así que simplemente, quería morir.
Creo que fue este el motivo principal por el cual comencé a cortarme las muñecas, si, señoras y señores, ¿Pensaban que iba a empezar a comer y/o solucionar todo? Ni de joda! Yo iba a empeorar las cosas! Como siempre.
Empecé en un ataque de llanto una noche en mi cuarto andá a saber por qué motivo (ya que en esos tiempos no había UNA puta noche que yo no llorara), cinchándome de los pelos, arañándome la cara y los brazos y las muñecas, pero no era suficiente (¿Suficiente para lograr qué exactamente? No lo se) Así que esa noche me levanté, fui al baño, agarré una gillette, la llevé a mi cuarto, la rompí y con una de sus brillantes, hipnotizantes y filosas hojas me corté la muñeca izquierda, y lloré más mientras lo hacía porque no podía creer llegar a tanto, y ardió, y sangró, y hacía mucho que no me había sentido tan en paz.
Me gustaba ver las gotas de sangre recorriendo mi brazo hasta llegar al codo para luego limpiarme con un trapito negro que tenía guardadito (era negro para que si alguien lo encontraba no notara las manchas de sangre)
En un principio iba a ser solo esa vez, es decir, no fue algo que planee, fue algo que sentí, y aunque me había ayudado en su momento, sabía que iba mas allá de mis límites si es que los tenía, pero luego venía la crisis, y no encontraba forma de calmar el dolor, así que probaba con eso, y funcionaba, entonces lo hacía solo a veces, cuando lloraba por un motivo digno de un llanto incansable (peleas zarpadas con mis viejos o con mis amigas) y después era por cualquier cosa No se conectaba Javier = Lo extraño = Me corto, Me despertaba de mal humor = Todo el día de bajón = Me corto (varias veces), Lloraba sin saber porqué = Fácil, Me corto, por idiota.
El único “problema” era que me cortaba siempre en la muñeca izquierda en el lugar que ocupaba una pulsera gorda que yo usaba en mi época flogger para que nadie lo viera, y cuando ya no había más lugar, no tenía otra que esperar a que cicatrizaran, y eso, era insoportable.
Una vez no pude aguantar más y me corté la pierna, profundo, pero no sangró y hasta el día de hoy tengo la cicatriz, pero eso fue destructivo, porque en su momento me convencí de que si no sangraba era por la grasa, y eso no me ayudó mucho que digamos (como si todo lo que hubiera hecho hasta ahora me hubiera ayudado en algo)…
Y bueno, como notarán estaba haciendo lo que mejor me sale, ir de mal en peor, soy muy buena en eso, creo.
De todas formas yo estaba tranquila en la ignorancia de que yo estaba bien haciendo lo que hacía, es difícil de entender para quien nunca vivió esa realidad, pero me hacia sentir bien hacerme mal, cortarme, que me doliera, sangrar, morirme de hambre, me hacía sentir bien porque me lo merecía, y porque además yo no era lo suficientemente valiosa para NADIE como para merecerme disfrutar la vida.
Cuando estaba adentro de la panza de mamá le hicieron un a cesárea de apuro para sacarme porque en el aparatito donde marcaba mis latidos cada tanto estos disminuían.
Resultó que se me había enredado el cordón umbilical en el cuello y en el pié, y yo al intentar “salir” naturalmente, estiraba el cuello y el cordón me apretaba cada vez mas. Esto ocasionaba que los latidos disminuyeran y luego cuando dejaba de hacer fuerza volvían a la normalidad y así sucesivamente.
Yo quería salir, nacer, como alguien normal, como todos los seres humanos, pero algo me lo impidió, desde antes de nacer yo ya estaba armando quilombos y haciendo que a mis viejos se preocuparan por mi.
No se si tendrá algo que ver, pero tampoco me importa.
Algunos dirán que hago o hice las cosas que hago o hice para llamar la atención; Tal vez mis actitudes o algunas de ellas comienzan por eso, pero luego la atención recibida por mis actos simplemente me deja de importar y pasa a ser algo seriamente personal.
Ni mis viejos ni nadie sabían de mis cortes, pero estaban pendientes de mi nutrición, una vuelta me “Enfermé”, cuando movía los ojos para ver las cosas me daban pequeños mareos, nunca me desmayé pero me mareaba con cada “movimiento ocular” y también estaba descompuesta, después de comer la cena, iba al baño y todo se iba por donde no entró en una descompostura asquerosa.
Mi madre se dio cuenta y llamó al médico quien al llegar me hizo acostarme en mi cama y levantarme la remera para “palparme” la panza, acto seguido dijo “Camila estas demasiado flaca, yo ya te he visto antes y no estabas así ¿Estas comiendo bien?” Yo obviamente dije que si, que estaba comiendo bien.
A ver… ¡¿Cómo carajo voy a estar más flaca si sigo pesando lo mismo y me sigo viendo igual?! No había cosa que me molestara mas que cuando me decían eso, porque si pesaba menos pero me veía igual entendería que era un problema de perspectiva mía, pero PESABA LO MISMO, 50kg clavaditos en cualquier balanza, entonces explíquenme como mierda me veían tan alarmantemente mas flaca por favor porque no lo entiendo.
A ver… ¡¿Cómo carajo voy a estar más flaca si sigo pesando lo mismo y me sigo viendo igual?! No había cosa que me molestara mas que cuando me decían eso, porque si pesaba menos pero me veía igual entendería que era un problema de perspectiva mía, pero PESABA LO MISMO, 50kg clavaditos en cualquier balanza, entonces explíquenme como mierda me veían tan alarmantemente mas flaca por favor porque no lo entiendo.
En fin, la doctorcita querida me mando a hacerme análisis de sangre para ver si tenía problemas en la tiroides y debido a eso era mi “peso debajo de lo normal” y los mareos y la descompostura y mis “calores” porque me daban calores cuando dormía y tenía que destaparme toda y quedarme así hasta “templarme” para luego morirme de frío por la falta de calorías (hasta el día de hoy sigo teniendo estos calores).
Luego me enteré hablando con una amiga anoréxica que tenía en el msn, que en esos exámenes también se iban a fijar la “falta de azúcar en sangre” y que si eso daba niveles bajos de azúcar significaba que no estaba comiendo bien o algo así.
Me asusté, muchísimo, porque aunque mi familia y amigas estaban algo avivadas sobre el tema, no estaba comprobado, pero si eso salía mal entonces me iban a obligar a comer, y yo, no quería ni pensarlo.
Así que no se me ocurrió mejor idea que en esa semana antes de tener que hacerme el examen ponerme a comer, normal, para estabilizar la azúcar en la sangre, que los exámenes dieran bien y luego volver a la rutina de siempre. Esto eliminó los mareos y la descompostura.
El maldito día de sacarme sangre llegó y como le tengo y tuve siempre pánico a las agujas mi mamá me acompañó, entramos al consultorio y el doctor me agarró el brazo izquierdo, me hizo remangarlo y yo lo puse sobre la mesa con la muñeca apuntando para abajo para que no se vieran los cortes, estaba realmente nerviosa, el me ató el cordón ese para que se salten las venas y me dijo que ¡Diera vuelta el brazo! ¡Y mi madre ahí adelante!
*Continuará*