jueves, 31 de marzo de 2011

Capítulo 5: La perfección no existe.

No solo no es perfecto sino que pasa, un día típicamente igual al resto llegan las 16:00 hrs. y el no está, media hora, cuarenta y cinco minutos… y el aparece, entonces te dice que se demoró por algún motivo de los tantos que tenía y no te importa, tampoco se lo reprochas o lo retas, ni le pedís explicaciones porque a pesar de todo y de que te duela como espinas en el alma, sabes muy bien que el no es tuyo, y que vos no sos de el, y que si quiere hacer otras cosas o estar con alguien más esta en todo su derecho (siempre tan comprensiva yo… fuckme!) de todas maneras yo no sabía si estaba con alguien y suponía que si así era el me lo iba a contar… entonces te despreocupas y tratas de hablar con el como todos los días pero pasa algo, y no es idea tuya, realmente se perdió algo, le hablas como siempre pero el responde a desgano, le preguntas si se siente bien y te dice que si, le preguntas si esta enojado o mal por algo y te dice que no, lo interrogas para entender porqué esta diferente y no te da una puta respuesta, todo para el está normal, pero vos que ya estas detallista y dependes de el, te empezas a dar cuenta de que, por alguna razón descocida comienza a demorar interminables minutos en responderte para hacerlo con menos de cuatro palabras cuando antes te regalaba biblias y que  ahora se compra tarjeta para el celular y que por supuesto no te escribe cuando antes se la gastaba en vos…
¿Y qué paso? No sabes, o no queres saber, y a esta altura estas hasta las manos y no podes parar, ni siquiera queres preguntar, porque parte de vos quiere autoconvencerse de que en realidad el no está raro y que solo son ideas tuyas, pero la realidad (como siempre) te pega en la cara, y duele, y el no saber se te hace insoportable y le terminas preguntando, seriamente, creas un ambiente de honestidad y con mucha tranquilidad y confianza le preguntas que le pasa, y que sea lo que sea puede decírtelo, que lo notas raro y que sabes que no son ideas tuyas, y el te responde con total soltura “no me pasa nada boluda”, y te descolocas y te pones mal, porque no entendes qué, ni como, se perdió lo que se perdió, te pones mal, lloras (si, lloras, que patético) porque lo peor es que te convences de que VOS sos lo que esta mal, la que dijo o hizo algo que estaba mal, y no sabes, no sabes, no sabes, no tenes idea de que pasó y por lo tanto no tenes una puta forma de solucionarlo y el tampoco pone empeño en arreglarlo ¿y sabes porque? Porque para el todo esta igual, todo esta normal, todo esta bien; Mentira.

No solo nada esta igual, sino que todo va de mal en peor…
En un intento desesperado entre medio de la impotencia, el desconcierto, el no saber como hacer pero querer hacer algo porque lo necesitas como antes, le hablas mal y poco, para que te extrañe, para que se preocupe y vuelva a como antes y te pregunta si estas enojada, entonces le preguntas si el cree que tenes algún motivo para estarlo, el responde que no, que no sabe, y le decís que no, que no estas enojada pero le seguís hablando mal y poco, para que se de cuenta de que tiene que poner empeño, o para que ¡¡Haga algo!!… entonces le seguís hablando poco, y el te habla mas poco, y vos mas poco, y el mas poco y todo se va desgastando hasta que algo se rompe.
Después de un tiempo te acostumbras, te acostumbras a que te escriba poco y cada mil horas y obviamente a que tenga tarjeta y no te escriba a no ser de que vos le escribas y que si te responde sea a desgano, porque ahora casi nunca responde, también te acostumbras a que ya no se cele, cuando antes el me contaba que soñaba que caminaba de la mano conmigo y pasaba por adelante algún tipo que el sabía que me gustaba y Joel me besaba, como marcando territorio, pues no, ahora no se cela por absolutamente nada, pese a que me sigue diciendo “te quiero” y “te extraño”, (ahora quiere que te arrastres, o que quedes enganchada de algo que ya no le pasa?? no se, nunca logré entender)… porque si se volvía tan indiferente y ya no demostraba interés yo creo que hubiera aceptado que perdí (aunque no se bien qué) y me hubiera resignado, pero el dentro de su indiferencia y desprecio seguía queriéndome y extrañándome o al menos eso decía, por lo tanto nunca supe bien que carajo se le pasaba por la cabeza…

Joel: Cami, tenía que contarte, que me voy para Atlantida, y que las primeras dos semanas no voy a tener computadora porque me la llevan mis viejos después.
Cami: Ah, bueno! Mejor, me va a servir para tomar algo de distancia, nos va a hacer bien.
Joel: Distancia? Jaja
Cami: Si, vos sabes que esto está desnivelado, sabes que te quiero mucho mas de lo que vos a mi, y que estoy re pendiente de vos, y que desaparezcas por dos semanas me va a servir para desintoxicarme.

Debo decir, que los primero 5 días fueron una tortura, lloraba todo el tiempo, pensaba en el todo el día, no podía dormirme porque las lagrimas no dejaban de salir de mis malditos ojos, en fin, así de patéticos fueron los primeros 5 días de esas 2 semanas que parecían interminables.
Una noche, me fui con mi mp3 al fondo de casa, me tiré en el suelo y me puse a ver las estrellas, pensando en el, obviamente, y escuchando SU música, no la mía.
En ese preciso momento me llega un mensaje al celular.

“Cami, que andas? Yo estoy con unos amigos comiendo unas pizzas y sabía que tenía que escribirte yo porque vos no lo ibas a hacer”

No, ¿porqué?, ¿Porqué me podes explicar? ¡Si no te importo! ¿Porqué haces esto? Claro, no soportas la idea de que me olvide de vos, es demasiado para tu ego, entonces tenías que aparecer, habiéndote dicho que necesitaba ese tiempo, no podías concederme ese favor, ¿cierto? Claro, necesitabas aparecer de nuevo, y hacer que mis 5 días de abstinencia se convirtieran en llantos al pedo, porque no me dejaste separarme, no me dejaste.
Y entonces me prendí de ese mensaje como si fuera una esperanza de que el quisiera algo mas conmigo, y para colmo le llevaron la computadora dos días después, así que dos semanas un cuerno.
Pero no, nada cambió, el siguió con su indiferencia, quería asegurarse de tenerme atrás pero no porque quisiera cambiar en algo su actitud.
Estuve alrededor de 5 meses sufriendo por el, llorando todos los días, sintiéndome mal por el, sabiendo que el era el único sostén de mi vida, y el nada, y el no aparecía, y el ya no escribía, y yo me moría, y para el, obviamente, todo estaba bien, y normal.
A mediados de todo esto, lógicamente yo seguía con mi estricta dieta de “té, agua y cena”, No tenía balanza en casa, así que no podía pesarme muy a menudo, solo cuando iba a la casa de alguna amiga con balanza o sino a veces recurría a la farmacia en donde me podía pesar gratis, y luego de tanto sacrificio, tanto trabajo, tanto esfuerzo, dolor de músculos de tanta gimnasia y lágrimas yo, Camila, seguía pesando LO MISMO.
¿Cómo carajo? No se, la bronca que sentía, el enojo que me recorría era incontenible, ¡Ni siquiera había perdido un maldito gramo! Y el espejo tampoco mostraba cambios.
(Mas que una palidez y ojeras asquerosas)
Mis amigas Flor y Xime, me notaban más flaca o al menos eso me decían (aunque yo me veía igual y seguía pesando lo mismo ¿cómo mierda podía ser?), les preocupaba que comiera tan poco (mas bien que me negara a comer siempre que me convidaban con galletitas o cosas así) y bueno, no se les ocurrió mejor idea que ir a mi casa y decirle a mi madre en frente mío que yo no estaba comiendo y que no me dejara ir mas al gimnasio. Yo lo negué rotundamente pero mi mamá ya se estaba avivando de antes y bué…
Joel no estaba, mis amigas me habían fallado, mi mundo se desmoronaba, mi plan de autodestrucción perfecto se estaba yendo al carajo porque a estas dos pelotudas se les había ocurrido hacer semejante escena al pedo que lo único que iba a conseguir era hacerme sentir peor a mi porque ahora además de toda la mierda que ya sentía adentro mío iban a haber enfrentamientos con mis viejos, ¡Buenísimo!
No podía entender lo que ellas habían hecho, sabía que querían ayudarme, pero yo no quería que me ayudaran, y no tenían porqué meterse en mi vida así y mucho menos sin permiso.
En fin, la gran  intervención de mis amigas ocasionó quilombos en casa, no solo entre mis viejos y yo sino que también entre mis viejos quienes tenían discusiones con un tonó bastante elevado y en las cuales se preguntaban qué habían hecho mal.
Lo que yo no soportaba era enterarme que mi viejo había llorado por mi, MI viejo, tan fuerte y grande, que ni siquiera lloraba cuando discutía con mi mamá, lloraba por mi y eso me mataba.
¿Me habían ayudado? ¿Me habían hecho sentir mejor? ¿Me habían hecho darme cuenta de que lo que estaba haciendo no era lo mejor para mi?
Respuesta obvia: No.

3 comentarios:

  1. llegue por casualiidad ... me enkanta tu bloog un besooo
    te siigo ;)

    ResponderEliminar
  2. te sigo te sigo te sigo, y quiero seguir leyendo!! un beso linnnnnnnda :)

    ResponderEliminar
  3. buenisimo,lei esta y no entendi mucho te firmo y ahora me pongo al dia leyendo las anteriores ;)

    ResponderEliminar