lunes, 21 de marzo de 2011

Capítulo 3: Im not a girl, not yet a woman.

Empezaba el Liceo, mi amiga Lucy.F se había ido a uno en Montevideo y me quedaba lejos, así que me inscribí en uno cerca de mi (temporalmente) casa, el Liceo Shangrilá, Público, estuve medio año ahí porque me mudé (obvio), pero déjenme decirles que después de mucho tiempo fue el  liceo que me dio paz, aunque fuese por medio año, tuve paz, tuve salidas, cartas, juegos, chistes, risas, amigos, amigas y una fiesta de despedida, Sofía, Virginia, Flo’s, Maira, y Dayana, fueron mi amigas, las quise, y una parte de mi las extraña, gracias.

Bueno, transcurrido medio año apareció un interesado en la casa y nos tuvimos que ir, todavía teníamos problemas económicos y no podíamos considerar pagar ningún alquiler, pero mis abuelos (de los que ya hable antes) se habían mudado a Montevideo, al fondo de la casa de unos tíos míos, resulta que la casa en la que mis abuelos vivían antes en realidad había sido un regalo para mi madre en el cual ellos se instalaron y nunca se fueron, mi mamá nunca les pidió que se fueran tampoco, debido a que mi abuelo estaba enfermo, pero finalmente se mudaron por cuenta propia y la casa quedo totalmente gratis para nosotros finalmente.
Por lo tanto tuve que volver a cambiarme de Liceo (y de barrio, y de casa, y de amigos, y de cuarto, y de vida), ya que el Shangrilá era de mañana y me quedaba muy lejos, no teníamos auto y no había forma de que pudiera llegar.
Es en este momento en el que aparece el último liceo al que fui y en el que me mantuve (ya era hora de un poco de estabilidad), el Solymar 1, en el tuve mis momentos malos, realmente malos, cobre todo los primeros 2 años, en los que estaba completamente sola, odiaba las horas libres (cuando faltaba algún profesor te daban esa hora de clase como recreo pero solo para tu clase), en ese tiempo realmente no me llevaba con nadie, siempre las pasaba sentada en adscripción hablando con señoras mayores de sus hijas y de porqué yo no quería ir a jugar con mis compañeros, eso se debía a que era la única nueva, tenía el autoestima muy baja, era muy tímida y quería ser invisible, entonces no hablaba con nadie.
Con el tiempo me hice dos mejores amigas, Karen y Pamela, pasábamos siempre juntas, siempre después del liceo me iba para la casa de alguna de ellas, me quedaba a dormir, a mirar un animé del cual éramos fanáticas “Inuyasha”, éramos muy unidas, pero en segundo nos cambiaron de clases, a ellas las pusieron juntas, a mi separada, sola, otra vez, así que en los recreos estaba feliz porque estaba con mis amigas, pero dentro de la clase (que era la mayor parte del tiempo ya que los recreos eran de 5 minutos) estaba completamente sola y cuando se hacían grupos de trabajo nadie quería ser conmigo, otra vez excluida, era de esperarse.
Todo eso cambió al tercer año, me empecé a llevar con Nadine, una compañera que estaba en mi clase, nos llevábamos realmente bien! A veces me venía a buscar hasta casa para ir al liceo juntas (a ella le quedaba mas cerca ir directamente al liceo pero prefería venir hasta mi casa) era una amiga de 10.
Pero eso no significaba que el resto de las personas del mundo se volvieran buenas, no, nada que ver, por ejemplo, en un momento en la clase, estabamos todos discutiendo sobre no me acuerdo que tema y yo quise dar mi opinión, que no tenía mucho valor que digamos pero en fin, toda la clase callada y yo hablando y de repente a una estúpida llamada Jessica dijo en voz alta “callate Ronaldinho!” (Ronaldinho = Jugador de fútbol bastante deforme, con los dientes salidos para afuera como los tenía yo en ese entonces) TODOS, absolutamente TODOS se rieron (con excepción de mi amiga Nadine), la cara se me cayó de vergüenza, no volví a decir palabra y entonces me empezaron a decir “Ronald McDonald” (Por Ronaldinho en realidad, pero en fin) y me cantaban canciones de Ronald McDonad y se reían etc.
Me molestaba, muchísimo, pero estaba harta de eso, ya lo había vivido en 6to de Escuela no quería volver a vivirlo en 3ero de Secundaria, así que traté de darle la menor bola posible.
En ese momento yo me había enamorado de un chico llamado Fabricio, quien atendía un cyber al cual siempre íbamos con Karen y Pamela.
Nani (Nadine) en cada hora libre que teníamos me acompañaba hasta ese caber (“Cyber Pasyta” se llamaba.) caminando, solamente para que yo pudiera verlo un rato.
Fabricio: trabajaba en un cyber en solymar, su familia vivía en Montevideo, incluyendo su hermano gemelo gay (si, gay) llamado Leo (que había trabajado un tiempo en ese cyber y se había hecho mi amigo), Fabricio vivía en una casita al fondo de la casa de los dueños de dicho cyber.
Y yo estaba obsesionada con el, lo había visto una sola vez y ya escribía en mi diario que lo amaba, chateaba con el todos los días, el parecía estar interesado en mi (pobre).
Una vez, estaban de moda los “displays” de imagen en el msn, que consisten en imágenes pelotudas que decían cosas, por ejemplo “Soy perra y te encanta”, “Si yo fuera tu, me enamoraría de mi”, etc.
Una noche me conecté al Messenger, era tarde, ese día había visto a Fabri, y ahora estaba chateando con el, me contó que se había tenido que quedar hasta tarde porque había un “LanParty”, es decir, muchos amigos habían alquilado el Cyber para pasar la noche conectados a Internet, chateando, viendo porno y tomando alcohol.
Fabri en vez de estar en ese ambiente se había puesto a hablar conmigo, me encantaba, lo adoraba.
En un momento dado el pone de imagen un display que decía: “¿Te gusto? ¿SI o NO?” Una grasada mal.
Cami: Jaja y esa imagen?
Fabri: ajajjaj no se, la puse por joder, ahora la cambio, ¿Yo te gusto? ¿SI o NO? Ajajaj es joda, no tenes que responder.
Cami: ajaja que boludo, no tengo problema en contestarte igual, no te puedo decir que me gustas porque casi no te conozco, pero no pienses que te estoy diciendo feo o algo así porque todo lo contrario.
Fabri: Jajaja cami los gurises me gastan porque me río como un pelotudo solo en el medio del cyber por las cosas que me decis.

Me encanta, escribía que lo amaba aunque a el le decía que casi no lo conocía, un día mágico cuando me iba del cyber, el me acompañó hasta la esquina y me besó.
Mi primer beso, yo tenía 14 años y el 17, fue la bomba que desencadenó mi obsesión imparable, lo llamaba a la casa para hablar con el (despertándolo porque el trabajaba hasta tarde y dormía hasta tarde) escribiéndole mails, y hablándole por msn todos los días, una noche que el no trabajaba lo llamé, y nos quedamos mirando una peli juntos por teléfono, mi vida giraba en torno a conectarme para poder hablar con el, y sufrir por el (porque en determinado momento dejó de darme bola, lógicamente yo estaba obsesionada y lo asusté, además yo era deforme, demasiado como para que el se quisiera bancar mi obsesión y estar conmigo) así que sufría, y lloraba por el, y le escribía mails diciéndole que lo amaba, y que lo extrañaba demasiado etc.
DEPRIMENTE, tal cual.
Mi vida siempre fue así, obsesiva, con el amor sobre todo, esta era mi primera decepción amorosa y la sufrí con todo, y fue cuando en mi empezó a formarse esa personalidad “cuasiemo”, lloraba siempre, escribía pensamientos suicidas en mi diario, sufría por amor no correspondido las 24hrs del día, me odiaba por sentirme fea e insuficiente para el.
Pero como toda primera decepción amorosa se termina superando más tarde o más temprano (a pesar de que igual me seguía odiando), pero finalmente la superé, el se fue a vivir a Montevideo, habíamos estado casi medio año sin hablar ni tener contacto, cuando se conectó al msn un día y mientras hablábamos de trivialidades me dio la noticia de que “no podía hace mucho ruido con el teclado porque su bebotE estaba durmiendo al lado y LO iba a despertar” si, Fabricio "ahora" era gay (y tenía novio, y estaba viviendo con el novio y había sido mi primer beso).

*Continuará* 

1 comentario:

  1. Por fin viene la parte de las amistades, ya me quedo más tranquila. En cuanto a la retrasada que dijo lo de Ronaldiño, tendrías que haberle dicho "Tú, que bonita dentadura, a ver si te voy a dar una hostia y te vas a quedar sin ningún diente, subnormal!" o algo así *guiño*

    *Sonrisa* vale, en la parte esa de escribir cosas suicidas y llorar por amores no correspondidos, me identifico, también tuve esa etapa, JAJAJA.
    GAY? Joder, que fuerte, vaya palo, no?. Te sigo leyendo.
    Carpe diem!

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